La Ciencia Criminalística,
a través de sus estudios debe aportar elementos que permitan establecer las
circunstancias que han rodeado un hecho criminal. El investigador o perito debe
indagar huellas, rastros y signos dejados en el lugar para formular distintas
hipótesis acerca de cómo se produjeron los hechos.
La Criminalística, a
través de sus disciplinas, principalmente la Scopometría, intenta resolver
estos interrogantes mediante el estudio de la escena del hecho, conocido
también como inspección ocular.
Pero además de la
inspección, que es la constatación y documentación de cómo se encontraba la
escena, el perito debe descubrir la mayoría de las veces elementos vinculados
al hecho que se encuentran ocultos a la vista del simple observador, como por
ejemplo una huella dactilar latente, etc. Debe además de ello realizar cotejos,
análisis, pruebas y experimentos que den fundamento a sus hipótesis para que
finalmente dichos elementos hallados puedan ser incorporados a una
investigación o proceso judicial y que por su intervención, tengan el carácter
de elementos de valor para poder establecer aquello referido a cómo ocurrieron
los hechos o qué persona pudieron estar involucradas en el mismo.