Desde la
perspectiva criminológica podemos dividir los delitos que afectan la libertad
personal entre la toma de rehenes y el secuestro extorsivo.
Con relación a
los primeros por lo general son estudiados desde el punto de vista policial y
con relación a las operaciones y los recaudos necesarios para la negociación y
su investigación, con especial atención al captor y su comportamiento.
Con relación a
los secuestros son abundantes los estudios que exceden el ámbito puramente
investigativo para ampliarse a lo criminológico propiamente dicho, aunque en
algunos países la demora en encontrar soluciones adecuadas hacen que este
flagelo todavía sea un crimen que perdure en el tiempo.
Sobre éstos últimos
la bibliografía es mucho más abundante en el campo científico, mientras que en
las tomas de rehenes aún siguen aplicándose soluciones improvisadas y la
mayoría de las veces, las reacciones espasmódicas de las autoridades no
encuentran efectividad en la resolución de los casos sin que haya una cuota de
violencia y afortunadamente también de buena suerte.