El gran dilema que se presenta a los equipos de Negociación en
Crisis, es si vale la pena iniciar o intentar una comunicación en aquellos
casos en que es posible estimar desde un principio que la negociación no dará
resultados.
La siguiente disyuntiva es si conviene, seguir negociando en
aquellos episodios en que la negociación se ha quebrado por propia iniciativa
de los sospechosos, ya sea porque el diálogo se hace imposible, porque han
iniciado acciones de violencia o porque ésta es inminente en orden a los
acontecimientos.
La respuesta es SI. La negociación siempre será la mejor alternativa
de resolver el conflicto, aún cuando su uso no tenga otro fin que el de
facilitar las operaciones tácticas.