Discurso dirigido a egresados de las
carreras de Licenciatura en Criminalística, Licenciatura en Seguridad
Ciudadana, Licenciatura en Niñez, Adolescencia y Familia y Profesorado de
Psicología.
Sr. Rector de la Universidad del
Aconcagua, Sr. Secretario Gral., Sres. Decanos, Directores de Carrera, Autoridades,
Docentes, invitados, familiares presentes…
Hoy nuestros egresados jurarán
ejercer con dignidad sus profesiones. Una vez más, los que aquí trabajamos,
vemos con agrado a quienes fueran nuestros alumnos asumir un compromiso para
con el ejercicio profesional y la ética.
Estimados egresados, ha llegado el
día en que cada uno, de acuerdo a sus creencias, hará un juramento frente a
nosotros y ante toda la sociedad; pero el compromiso más importante que hoy
deben asumir no está aquí, sino que es aquel que deberán concebir poco a poco
en sus corazones.
La
mayoría de ustedes ya tiene planes, algunos se han estado preguntando qué van a
hacer y otros están esperando una oportunidad para empezar. Sin embargo les
digo, que el mejor plan que pueden tener hoy es este…
“Hagan
algo que nunca nadie haya hecho”.
No tengan miedo de cambiar y luchen
por sus sueños…
Lo que hará de uds. Personas realmente afortunadas será el
esfuerzo y sacrificio que hagan de aquí en adelante por alcanzar sus sueños.
Ejerzan
su profesión con libertad, luchen por sus ideales, sean dignos del honor que
hoy les dispensa esta Universidad y del sacrificio de sus familias.
El primer y
mayor esfuerzo que deberán realizar es el cambio interior. Ya no necesitan de
un examen para indagar en los libros, ni un profesor para aprender cosas
nuevas; sean como ese pájaro al que un niño le abre su jaula para que
despliegue sus alas y abran sus mentes a un mundo nuevo que de aquí en más
deberán descubrir solos, este es un proceso de transformación que les permitirá
volar en una nueva dirección, y para eso lo mejor que pueden hacer es soñar.
Si
han de sacrificarse que no sea para hacer lo que todos hacen: cambien la realidad…
Miren
a su alrededor y verán un mundo que nosotros a su edad no conocíamos, ni
siquiera imaginábamos, sin embargo cada uno de sus profesores les hemos hecho
entender cosas que antes no sabían, para que sean capaces de crear cosas que nosotros,
los más viejos, tal vez nunca entenderemos.
Ahora a ustedes les toca navegar en esa limitada
realidad que han podido aprender con nosotros aquí, para empezar a descubrir
cosas nuevas.
Cuando logren entender que su vida es preciosa;
cuando comprendan que ustedes son el motor del progreso en cada una de sus
profesiones y que el futuro depende, no sólo de las horas que trabajen y del
dinero que aporten, sino de la pasión; entonces podrán lograr cualquier cosa
que se propongan, especialmente si entienden que el límite depende solo de
aquello que sean capaces de imaginar.
Hoy asumen el compromiso público de ejercer su
profesión con dignidad, asuman del mismo modo la íntima convicción de luchar
hasta el cansancio por sus sueños; porque ambas cosas harán que su vida sea
verdaderamente trascendente.
Cuando tengan un ideal que parece inalcanzable
reflexionen acerca del propósito final: si la causa es noble… el hecho de poder
alcanzar la meta es algo que carece de relevancia, porque el éxito no es lo
importante, lo importante es trascender y dejar una huella de aquello que algún
día será el camino que otros sigan…
Recuerden que el verdadero compromiso que hoy
asumen, es con ese pequeño granito de arena que puedan aportar para construir
un futuro mejor.
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