Nunca vamos a censurar o criticar su conducta, ni
la actual ni la anterior, sea cual fuere lo que el mismo haya hecho. No vamos a
decirle “Hey, acabas de asaltar un banco
y tengo que arrestarte…” Ese no es el problema ahora.
Si le pedimos al sujeto que se entregue, lo más
probable es que su respuesta sea rotunda…
“NO!!!, No voy a Salir, …No me van a detener, …Los voy a matar a todos, …Antes
muerto…”, etcétera. Esas son las respuestas que a menudo escuchamos.
Si la idea es bajar la tensión, en lo último que
podemos llegar a pensar es que el sujeto está actuando racionalmente y en un
acto voluntario desista de su postura.
NO DEJES DE INFORMARTE DEL
"4to. SEMINARIO VIRTUAL DE NEGOCIACIÓN CON REHENES"
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